Es prohibido, lo sé.
Es un pecado que estamos cometiendo y no lo queremos detener, ya no podemos es casi como un vicio.
Decidimos entregar alma y corazón en un anillo a quien entonces queríamos por siempre amar, pero el destino es torpe y nos puso en un pasillo para que nos conociéramos un poco y desencadenáramos algo loco en un cuarto de hotel.
Es prohibido, lo sé. Y ocultarlo ha sido un tormento por ello, hoy lo gritamos en verso al mar, a la gente y al viento que somos amantes hasta más no poder, que cada vez que podemos amanecemos desnudos en aquel hotel.
Cada vez que podemos declamamos éste poema, lo declamamos en la tarima, en la cena, en cada lugar que podemos.
La gente que oye nuestros versos queda fascinada.
Dicen que tenemos gran talento talento para hacer historias de la nada.
y hacemos una pregunta para terminar:
¿será que vivimos éste poema o fue su pareja quien nos llegó a inspirar?? |